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Posiblemente la conozcas más por ‘infección de orina’ que por cistitis y es una patología inflamatoria de las vías urinarias inferiores que se caracteriza por una necesidad frecuente de orinar, una sensación de escozor o quemazón al hacerlo y la sensación de no haber vaciado por completo la vejiga.

Pese a que los hombres también la padecen, es más frecuente en mujeres por cuestiones anatómicas. Y es que, la uretra femenina es mucho más corta y se encuentra más próxima al ano, por lo que es más fácil para los microorganismos llegar hasta la vejiga.

Dichas bacterias, provenientes principalmente del intestino grueso, suelen adherirse a las paredes de la vejiga, causando la infección. Y te preguntarás, ¿el cuerpo no dispone de mecanismos para evitar esto? Sí, mediante la secreción de orina.

La fuerza con la que expulsas la orina en condiciones normales suele ser suficiente para eliminar las bacterias. No obstante, cuando estas se adhieren a las paredes de la uretra y alcanzan la vejiga, no se eliminan con la orina. 

La higiene, clave para evitar la aparición de cistitis.

Como hemos apuntado, la cistitis se produce por el almacenamiento  de microorganismos provenientes del ano, por lo que mantener una correcta higiene es vital para evitar su acceso a la vejiga. Pero tienes que tener en cuenta que no por más higiene será mejor.

Una de las claves para evitar la aparición de cistitis es no abusar de jabones para limpieza de la zona íntima, pues es preferible lavarse con agua para no repercutir en la flora vaginal. A la hora de elegir productos de limpieza íntima, deberás utilizar jabones específicos para la zona y con un pH neutro.

Recuerda siempre que la limpieza debes hacerla de delante hacia atrás, de este modo reduces la posibilidad de que los microorganismos de la zona anal estén en contacto con la zona vaginal.

Otras indicaciones que has de tener en cuenta para evitar la aparición de cistitis son:

  • Mantener la zona siempre seca. La humedad favorece la proliferación de bacterias por ello es necesario cambiar bañadores y/o bikinis de forma periódica tras el baño.
  • Evitar lencería sintética, es más aconsejable llevar prendas de algodón, ya que permiten que la zona transpire.
  • Orinar tras las relaciones sexuales, dado que como resultado del coito las bacterias se pueden impulsar a la uretra.
  • No aguantar las ganas de orinar. Retener la orina en la vejiga genera un caldo de cultivo para las bacterias que provocan la cistitis.
  • Mantener una alimentación y estilo de vida saludable, en la que se introduzcan los frutos rojos.
  • Tener una buena hidratación. De este modo, favorecerás la eliminación de bacterias por medio de la orina.

Cómo tratar la cistitis.

Al tratarse de una infección, la primera línea de acción frente a la cistitis es el antibiótico. Pero no podemos olvidar que un uso abusivo del antibiótico puede ocasionar problemas estomacales y afectar a la flora vaginal,  provocando otras infecciones como la candidiasis.

¿Qué sucede cuando se padece cistitis de forma continuada? Una cistitis de repetición puede desencadenar en problemas más importantes en el suelo pélvico.

Una infección mantenida en la zona pélvica puede desencadenar un proceso de hiperactividad de la musculatura. Como resultado puede acarrear una distrofia muscular, una restricción en la uretra y dificultades al orinar. Esto se manifiesta como urgencia al orinar, molestias crónicas al miccionar (disuria) o unas ganas imperiosas de orinar sin poder hacerlo finalmente (tenesmo vesical).

Ante estos casos,  se recurre a la fisioterapia de suelo pélvico y el tratamiento para la cistitis pasa por la movilización visceral o la neuromodulación del tibial posterior, cuando estamos libres de infección para evitar adherencias y la distrofia muscular.

Ahora que sabes cómo prevenir la cistitis, te será más fácil mantener una higiene íntima adecuada.