La cefalea hace referencia a cualquier tipo de dolor localizado en la cabeza. Existen dos grandes bloques compuestos por primarias y secundarias. Las primarias están asociadas a dolores de cabeza con características propias y las secundarias son consecuencia de otra enfermedad o sintomatología.

Estrés es el mecanismo que activa una persona cuando se ve expuesta a un exceso de situaciones que superan su medio. En ese estado se experimenta una sobrecarga que puede influir en el bienestar tanto físico como psicológico.

Las migrañas pertenecen al grupo primario de cefaleas. Se trata de un dolor de cabeza que puede ser pulsante o vibrante. A menudo se experimenta en un solo lado de la cabeza y puede ir acompañado de otros síntomas como náuseas y debilidad. Es frecuente que se incremente la sensibilidad a la luz y el sonido.

Los vértigos están asociados a una alteración permanente o transitoria del equilibrio que provoca una sensación de movimiento giratorio o de desplazamiento. Suele relacionarse con una alteración del sistema vestibular y normalmente suele ir acompañado de náuseas y sensación de desmayo.

La cervicalgia hace referencia a un conjunto de síntomas en los que el dolor de cuello es el denominador común. Las causas pueden ser múltiples, pero las más frecuentes derivan de soportar grandes pesos, malas posturas, contracturas o distensiones musculares.

La articulación temporomandibular (ATM) une la mandíbula con el lateral de la cabeza, además de ser fundamental para hablar, masticar o tragar. Cuando el disco articular no está en su posición, la articulación temporomandibular no funciona con normalidad y afecta a los músculos próximos provocando tensión, inflamación e incluso dolor. 

Conforme envejecemos y a causa de contracturas musculares o tensión fascial, los discos que mantienen a las vértebras pueden perder su capacidad de amortiguación y provocar una hernia discal. Cuando uno de estos discos se rompe, la sustancia gelatinosa de su interior, sale e irrita los nervios, provocando dolor y debilidad muscular.

El codo del tenista o epicondilitis lateral es una enfermedad dolorosa que se produce cuando los tendones del codo se sobrecargan, muy frecuentemente por movimientos repetitivos de la muñeca y el brazo.

El codo de golfista o epitrocleitis se debe al uso excesivo de los músculos utilizados para cerrar los puños. Es una lesión que provoca un fuerte dolor entre los tendones de los músculos del antebrazo y el punto de inserción con el hueso de la parte interna del codo.

La lumbalgia es el dolor localizado en la parte inferior o baja de la espalda, referido o no a los glúteos o la parte proximal posterior de los muslos, cuyo origen tiene que ver con la estructura músculo-esquelética de la columna vertebral.

Dorsalgia hace referencia al dolor de espalda que se origina en la zona media y posterior de la espalda.Pese a que el dolor se produce en la columna dorsal pero realmente está ocasionado por los músculos y tejidos blandos de este área.

El esguince es una torsión o estiramiento de los ligamentos que unen dos huesos que forman una articulación. Cuando las fibras que componen los ligamentos del tobillo se fuerzan hasta el límite o se ven afectadas por un movimiento brusco, éstos acaban rompiéndose o estirándose, se produce una inflamación y genera un molesto dolor.

Una meniscopatía es cualquier lesión producida en uno de los dos meniscos de la rodilla. Dependiendo de la edad de la persona, las meniscopatías pueden ser traumáticas o degenerativas, así como totales y parciales.

El esguince es una torsión o estiramiento de los ligamentos que unen dos huesos que forman una articulación. Cuando las fibras que componen los ligamentos del tobillo se fuerzan hasta el límite o se ven afectadas por un movimiento brusco, éstos acaban rompiéndose o estirándose, se produce una inflamación y genera un molesto dolor.

El espolón calcáneo es una prominencia ósea, un depósito de calcio, que aparece como consecuencia de pequeños traumatismos y estiramientos de la fascia plantar.

La fascitis plantar es la inflamación de la fascia plantar, la cual se extiende por toda la planta del pie, desde el talón hasta los dedos. Pasar mucho tiempo de pie, el uso abusivo de calzados como las chanclas, correr o el excesivo peso pueden contribuir al deterioro de la fascia

Los tendones son cuerdas de tejido que unen los músculos con los huesos del pie y facilitan la ejecución del movimiento. Debido a traumatismos o un uso excesivo de los mismos, suelen inflamarse dando como resultado la tendinopatía.

La contractura muscular, como su propio nombre indica, es la contracción involuntaria de un músculo y sus fibras que se puede dar de manera continuada o puntual. Las contracturas musculares provocan dolor, debido a que la sangre no llega correctamente a las células musculares y, como consecuencia, se acumulan toxinas.

Un aumento excesivo en la tensión de un músculo puede llegar a provocar un desgarro en las fibras del mismo cuando se estira demasiado, provocando una hemorragia en la región e inflamación. Su gravedad y el tiempo de recuperación dependerá del número de fibras que se hayan roto y del músculo que se ha dañado.

Un aumento excesivo en la tensión de un músculo puede llegar a provocar un desgarro en las fibras del mismo cuando se estira demasiado, provocando una hemorragia en la región e inflamación. Su gravedad y el tiempo de recuperación dependerá del número de fibras que se hayan roto y del músculo que se ha dañado.

Las sobrecargas musculares son una contracción que se da de forma involuntaria pero continua en las fibras musculares. Esto se produce sobre todo en personas que practican deporte de forma excesiva, o que realizando ejercicios en el gimnasio, los ejecutan de forma incorrecta, llevando el músculo a la fatiga.

Después de toda intervención quirúrgica suele ser común que en las capas de tejido situadas por debajo de la cicatriz se produzcan adherencias del tejido. Estas adherencias no solo provocan una retracción de los tejidos de la zona, sino también de los tejidos vecinos, pudiendo provocar dolencias en un futuro. Todo dependerá del tamaño y la ubicación de la misma.

Después de toda intervención quirúrgica suele ser común que en las capas de tejido situadas por debajo de la cicatriz se produzcan adherencias del tejido. Estas adherencias no solo provocan una retracción de los tejidos de la zona, sino también de los tejidos vecinos, pudiendo provocar dolencias en un futuro. Todo dependerá del tamaño y la ubicación de la misma.

La implantación de una prótesis, sobretodo en edades avanzadas suele estar asociada a una rigidez y pérdida de movilidad de la articulación siempre y cuando no se haga un trabajo correcto de rehabilitación. Esa rigidez articular lleva al paciente a sufrir dolor e incapacidad funcional en tareas habituales como caminar o ponerse de pie.